Nuestras empresas están situadas en cuencas, ríos o cursos de agua que resultan ser recursos fundamentales para nuestro desarrollo. Pero ¿realmente conocemos el estado de salud del sistema hidrológico en el que operamos?
En la mayoría de los casos, este ámbito suele ser desconocido, incluso para aquellos que trabajan en la preservación de los recursos naturales. Para hacer visible lo desconocido, es fundamental medir y cuantificar. Es por eso que muchas empresas están adoptando indicadores específicos, como el «valor en riesgo» o Value at risk (VaR) .
El «valor en riesgo» es un indicador que engloba información sobre la disponibilidad y calidad del agua, y refleja la interconexión entre la naturaleza y las actividades que tienen lugar en una cuenca. Su flexibilidad le permite adaptarse a las necesidades de medición de grandes corporaciones. A través de su monitoreo, estas empresas pueden identificar soluciones regenerativas y promover la acción colectiva para abordar los desafíos que surgen en la cuenca.